Perfil de la persona emprendedora

La mayoría de las personas buscan actividades profesionales que les permitan desarrollar su vocación y realizar sus objetivos dentro del mundo laboral. Estudios recientes indican, sin embargo, que hay un grueso de gente, superior al 40%, que querrían crear su propia empresa.

La falta del espíritu emprendedor es una de las principales causas por las que muchos de los que se plantean crear su propia empresa ven frustrado su sueño, a pesar de tener acumulado suficiente conocimiento, experiencia y capital para empezar.

Son pocos los que lo consiguen, los que nombramos emprendedores, y muchas veces tildados, de manera afectuosa por su entorno más próximo, de “locos” por arriesgarse de esta manera. Ser emprendedor por naturaleza requiere un inconformismo y una curiosidad que nos despierte un deseo de creatividad por romper con la monotonía de lo que nombramos normal y esta condición es, a veces, vista como no normal por el entorno.

El espíritu emprendedor es aquel enfocado a iniciar el cambio, aquel que contribuye al crecimiento de la sociedad, a su productividad, proporcionando tecnologías, productos y servicios.

El espíritu emprendedor es la actitud y el proceso de crear una actividad económica combinando el nivel de riesgos asumido, la creatividad y la innovación con una gestión sólida, en una organización nueva o en una ya existente. En resumen, podemos decir que la persona emprendedora es aquella que ve los problemas como una oportunidad para emprender y ofrecer soluciones.

Fuente Oficina Jove de Treball